Artista

Biografía Carlos Ortúzar Worthington

Carlos Ortúzar Worthington nació el 17 de marzo de 1932 en la ciudad de Santiago, hijo de Lily Worthington Dickenson y Mario Ortúzar Riesco. Fue el mayor de tres hermanos. A su ingreso a la Universidad de Chile realizó estudios de derecho y filosofía, los que combinó también con incursiones en el teatro. Posteriormente entró a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile en 1956. En 1957 contrajo matrimonio con Angélica Lynch y nació su primer hijo Rodrigo. Luego, en 1968 se casó con Tessa Aguadé, con quién tuvo dos hijos, Cristián y Andrea.

Su obra temprana está marcada por la pintura matérica en donde proyecta temáticas como el paisaje, las leyendas tradicionales y la arqueología chilena. Luego de una estadía en Estados Unidos en el año 1964 en el Pratt Institute y The New School of Social Research de Nueva York, esto tras recibir una beca Fullbright, su obra tuvo un vuelco significativo hacia la búsqueda de otros lenguajes y el uso de nuevas materialidades en el arte. Es en ese país en donde tiene contacto con nuevos materiales como los polímeros y nuevas ciencias, por ejemplo, la cibernética, elementos que tendrán una fuerte impronta en su visión del arte. Debido a esto y a la experimentación con nuevas materialidades es que Carlos Ortúzar se le considera un artista precursor en establecer relaciones entre arte y ciencia.

Desde su regreso a Chile el año 1967, comenzó a incorporar luz y movimiento en sus obras acercándose así al arte cinético y buscó trabajar con materiales industriales tanto en sus obras bidimensionales como sus esculturas. Además, generó un fuerte compromiso con la idea de un arte público que pudiera estar al alcance de todos.

Es entonces, entre estas inquietudes, que Ortúzar creó 1968 el denominado Taller de Diseño integrado para la arquitectura, proyecto al cual invitó a participar al artista Eduardo Martínez Bonati y luego se integraron Iván Vial y posteriormente Angélica Quintana. Si bien todos derivaron de alguna forma en las artes, cada uno aportaba una serie de elementos formativos diversos que ayudaban a integrar la visión interdisciplinaria del grupo.

Este proyecto buscó el trabajo colaborativo para llevar el arte al espacio público incorporado a la arquitectura (DI). Desde esta mirada es que, en 1970 y a través de un concurso público, resultó ganadora la propuesta de Iván Vial para la realización del mural del paso bajo nivel de Santa Lucía en Santiago. Finalmente fueron integrados al proyecto Martínez Bonati y Ortúzar, ya que estos últimos resultaron ganadores del segundo y cuarto lugar. Se trató de una obra con características cinéticas y representó un desafío tanto para la CORMU (Corporación de mejoramiento urbano) como para los artistas, ya que era la primera experiencia de una visión colectiva del arte integrada a la arquitectura pública.

Ese mismo año, Ortúzar realizó una pasantía en Boston en el Center of Advanced Visual Studies del M.I.T. con el propósito, como él mismo señaló, de “realizar trabajos de campo para ocupar la tecnología más avanzada para cada propósito”. A su regreso se adjudica, junto al DI el primer premio para la realización de varios murales en el Hospital del Trabajador en Santiago, “desarrollando técnicas inéditas en este campo”.

En 1971 recibió el primer premio para la elaboración de la escultura “Monumento al General René Schneider”. Esta obra tardó tres años en ser construida, debido principalmente, a su envergadura y a las dificultades técnicas que implicó. Se trata de una de las obras más emblemáticas del artista. 

Ortúzar desarrolló un destacado trabajo docente paralelo a su labor artística, tanto en la Escuela de Diseño de la Universidad de Chile como también en la Universidad de Valparaíso, donde dictó el curso de Composición Plástica entre los años 1967-70. Fue además parte de la comisión de profesores que llevó a cabo la Reforma Universitaria de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile en 1968, introduciendo la cátedra de Historia y Tecnología de los materiales del arte.

Entre los años 1970-1974 ejerció como profesor en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile en la cátedra de Forma y Color, donde implementó el uso de motores en el arte. En 1972 realizó para la plaza del edificio de la UNCTAD III la obra “El Cuarto mundo”, invitado por Martínez Bonati. Luego del golpe de Estado, en 1974, Ortúzar se autoexilió con su familia en Barcelona, donde incursionó en el diseño de joyas y fue docente de la cátedra Volumen en el Centro Universitario de Diseño y Arte de Barcelona EINA.

Tras regresar a Chile en 1979, Ortúzar retomó su labor docente en diversas universidades del país, entre ellas, en la Universidad Central. Paralelamente realizó una serie de obras abstractas de orden “planimétrico”, hechas con pinturas industriales sobre láminas de aluminio en las que evocó el territorio y el paisaje, llevando así su obra escultórica geométrica al plano bidimensional del cuadro. Con la obra “Espacios” de esta serie, obtuvo el Gran Premio del II Salón Sur Nacional de Arte (Concepción, 1982). A inicios de los 80 participó del Primer y Segundo Encuentro Arte-industria, con la escultura Shell (1980) y la escultura cinética CINTAC (1981), constituyendo una de sus últimas obras monumentales realizadas en vida.

En 1985, el 25 de abril, Carlos Ortúzar fallece en Santiago de Chile.

Biografía preparada por Beatriz Sánchez. Actualización: 30 de diciembre 2021